Hoy en día, la mayoría de los productos que se consumen a diario necesitan refrigeración debido a su carácter perecedero (pescado, carnes, frutas, verduras, etc.). Para prevenir cualquier problema de salud, es crucial garantizar su seguridad durante el mayor tiempo posible.
Los alimentos pueden conservarse mediante una serie de tecnologías que se han ido descubriendo a lo largo del tiempo y emplean diversas técnicas. Aunque no siempre es factible, el objetivo de este conjunto de procedimientos es reducir la velocidad de proliferación de los microbios y, en consecuencia, las cualidades de los alimentos. Actualmente, existen dos métodos más utilizados para la conservación de los alimentos:
- Los alimentos se conservan mediante refrigeración, que consiste en mantenerlos a una temperatura casi de congelación -entre 0 y 8 grados centígrados. Suele aplicarse a las comidas frescas para inhibir el crecimiento de microorganismos.
- La congelación es el proceso de bajar los alimentos a una temperatura inferior a la de congelación, que suele estar entre -18 y -35 grados Celsius. Dependiendo del tipo de producto, esto impide el crecimiento de microorganismos.
Importancia
La seguridad alimentaria depende en gran medida de que los alimentos se mantengan refrigerados a la temperatura ideal, como se ha demostrado. A menudo hay que regular y mantener la temperatura de almacenamiento, que variará en función del tipo de mercancía.
Reducir la temperatura a la que se almacenan los productos perecederos también puede ralentizar en gran medida el ritmo de reproducción de la mayoría de los microbios. Éstos son el origen de la descomposición, que favorece la disminución de la calidad de los productos y puede provocar enfermedades en los clientes.
Cuando nos acercamos a -18 °C (el criterio de conservación mundial para la mayoría de los productos congelados), el metabolismo de la materia orgánica se detiene casi por completo. La refrigeración ralentiza este proceso. A esta temperatura es posible suprimir parcial o totalmente las actividades que alteran los alimentos, como las reacciones enzimáticas específicas o la descomposición metabólica de las proteínas. De este modo, se retrasa el deterioro y la descomposición de estos productos y se evitan posibles problemas de salud.
Por ello, es importante que su refrigerador, se encuentre en buenas condiciones y en caso de que sufra algún desperfecto llame a los técnicos en refrigeración, los cuales le ayudarán a arreglarlo y dejarlo como nuevo.